jueves, 5 de julio de 2012

Creer para Ver

La obra de Jesús de Nazaret sólo puede ser comprendida desde la fe en El. El mensaje y la obra de Jesús corresponden al plan salvador de Dios Padre y, por tanto, al abrir las puertas de la mente y el corazón a la presencia de Jesús; haciendo en nuestra vida su voluntad y viviendo como discípulos suyos en la Iglesia, podemos alcanzar ser testigos de su poder transformador en todo lo que somos y hacemos.

Así pasó con Jairo, cuando al acercarse a Jesús para pedir la sanación de su hija, fue recompensado por mostrar una fe auténtica en el poder salvador de Jesús; en el mismo relato de esta curación, la mujer hemorroisa fue sanada por su fe. (cf. Mc. 5,21-43) Hoy el evangelio nos muestra la otra cara de la moneda, al escenario entran los que no creen en la obra de Jesús. Se trata de los habitantes de Nazaret; que a pesar de conocer a Jesús, no supieron reconocer en él al Mesías y Señor.

El evangelista Marcos nos cuenta cómo los hombres y mujeres de la tierra de Jesús le rechazan; y este rechazo, imposibilita la obra salvadora del Cristo entre ellos. “Sólo curó a algunos enfermos imponiéndoles las manos”, sin embargo la sentencia del escritor sagrado es dura: “no pudo (Jesús) hacer allí ningún milagro”. Llevado a nuestra vida, este relato se convierte en una acusación para quienes a pesar de conocer a Jesús, se cierran a ver su obra salvadora y transformadora en su vida por su poca fe.

Cabe decir entonces que hoy en día no hace falta ver para creer, sino creer para poder ver. Y la fe que Jesús nos exige, va mucho más allá de profesar con nuestros labios que creemos en Dios. La fe que agrada a Dios debe ir acompañada de una total sumisión a su voluntad. Se trata de hacer lo que Él nos dice, viviendo el mandamiento del amor a Él sobre todas las cosas, que se concreta y se hace auténtico en la práctica del amor al prójimo, como Cristo nos enseñó.

Tarea de la semana: Revisemos nuestro vivir cristiano a la luz de esta palabra y mostremos a Dios una fe que le agrade, fe que se hace obra. Sólo así podremos ver los milagros de Dios en nuestra vida.

Pbro. José Francisco Álvarez

Párroco de Choroní